AMENAZA POÉTICA

Ahora tienes una cama con almohadas y pareja y sexo tres o cuatro veces por semana (cortesía del clima y los estados de animo de ella). Hoy, por ejemplo, llueve. Comes lo deseado a la hora deseada. Tienes café caliente por la mañana. Tienes un salario a cambio de tu vida. Sonríes  y te emborrachas con vino barato cada fin de semana. Vino tinto, barato pero tinto al fin y al cabo. Tienes un mapa grande que te marca la misma ruta que te lleva al mismo lugar y a la mismas sombras; a tus prójimos,  a los futuros muertos. El espejo no entiende de engaños. Ese sos vos. En la calle los pobres esperan tu lástima y vos redactás lo que crees es un poema que te escupe y vomita la cara como una amante resentida que además te detesta, que te ha declarado con mucho cariño el olvido. Disfrutás el café, porque ahora puedes pagarlo, estás con ella y hasta te pides un postrecito. Bien sabes que ella se va a ir mañana. Se está despidiendo. Ya lo sabes. La tormenta en cambio se va a quedar en vos. Ahora ya lo sabes. Dısfruta ese último café. Y el postre.

Comentarios

Entradas populares